Un ejemplo de uno de los 12 juguetes que Dinamarca ha retirado por su alto contenido en tóxicos.
▪ Retiran de los estantes de las jugueterías danesas 12 juguetes de espuma por encontrar tóxicos peligrosos en los análisis en laboratorio. Desafortunadamente, estos juguetes siguen a la venta en España.
Los "Squishies" (no tienen traducción a castellano, que sepamos), son unas pequeñas figuras de espuma de plástico, olorosas y estrujables que se han puesto de moda entre niños y adultos.
A pesar de su apariencia inocente, varios de estos juguetes han sido eliminados de los establecimientos de Toys'r'Us y otros proveedores en Dinamarca por orden de la Agencia Danesa de Protección del Medio Ambiente. La razón: el alto contenido en tóxicos peligrosos para la salud.
Los resultados de los análisis realizados por la Agencia de Protección Ambiental Danesa muestran la elevada concentración en tóxicos y alérgenos de estos juguetes. Elevado riesgo para la infancia
Según las autoridades danesas suponen un riesgo elevado para niños si se los llevan a la cama o tienen varios en su dormitorio.
Entre las sustancias encontradas están la dimetilformamida, el estireno y el tolueno, todas ellas pueden causar alergia y dañar la salud.
La dimetilformamida es una sustancia altamente preocupante que se incluyó en la llamada "Lista de Candidatas" por ser tóxica para la reproducción y para el hígado. El tolueno puede causar daños neuronales, de riñon y al hígado. Además, afecta al sistema reproductor, es teratogénica (daña el desarrollo corporal del feto) y puede irritar los ojos y el sistema respiratorio.
A diferencia de en Dinamarca, los "squishies" siguen a la venta en España, tanto en establecimientos como en tiendas online.
Ecologistas en Acción aconseja a padres y madres que eviten que sus hijos jueguen con estos juguetes, se los lleven a la boca o duerman con ellos en la habitación.
Ayúdanos a informarte mejor
Como consumidor o consumidora tienes, por ley, derecho a saber qué sustancias, de las llamadas "altamente preocupantes" según la normativa de químicos europea, contiene un producto que quiera comprar.
Hasta ahora, corría a cargo del consumidor identificar y escribir a la empresa productora o importadora. Ésta tenía la obligación de responder en 45 días sólo si el producto tenía alguna sustancia altamente preocupante.
Este proceso laborioso ha hecho que en 10 años de existencia de esta regla, apenas se haya ejercido el derecho a saber.
Ecologistas en Acción, junto a otras 19 ONG, autoridades ambientales y de investigación ha comenzado el proyecto AskREACH para desarrollar una aplicación informática que facilite el derecho a saber.
Puedes colaborar con el proyecto rellenando esta encuesta anónima de 3 minutos. El objetivo de la encuesta es evaluar el nivel de desarrollo del derecho a saber en España.
Fuente Ecologistas en Acciòn
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