Foto: Pesca en el Mar del Norte © Mike R. Jackson / WWF
Casi tres cuartas partes de las poblaciones evaluadas de pesca y marisco en Europa carecen de un buen estado ambiental, una cifra que se eleva hasta el 95% en el caso de la cuenca mediterránea. Este escenario es el resultado del bajo cumplimiento de las medidas contenidas en la política pesquera común. De las más de 46 acciones para la gestión sostenible de la pesca, tan solo una se ha cumplido por todos los Estados miembros, que corresponde con el establecimiento de un sistema administrativo para el registro de buques pesqueros. Y la mitad de las medidas, las han cumplido de manera parcial. El avance en acciones fundamentales como el establecimiento de áreas de recuperación pesquera resulta insuficiente. Esta situación contrasta con los esfuerzos realizados por la Comisión Europea que ha logrado implementar casi la mitad de las acciones que le corresponden de la PPC.
Uno de los mayores retos que enfrenta la pesca europea será el cumplimiento obligatorio a partir del 1 de enero de 2019 de llevar a puerto todo el pescado, incluidos los descartes. Estos se producen cuando los pescadores capturan de manera accidental -con artes de pesca no selectivas- especies no deseadas, es decir, pescados por debajo del tamaño reglamentario, con escaso valor comercial o dañado. Cuando sucede esto, en la mayoría de los casos, estas especies son devueltas al mar muertas como "descartes". Este grave problema afecta a medio millón de toneladas de pescado en Europa, lo que supone un grave impacto para el entorno marino.
Para erradicar esta nefasta práctica de tirar peces por la borda, desde el año 2015 la UE empezó a aplicar de forma progresiva la política del desembarque obligatorio. Sin embargo, el informe de WWF revela que los barcos que se han acogido a las exenciones otorgadas por la CE de descartar hasta el 7% de las capturas se ha incrementado un 300%. Es decir, lo que debería ser una excepción se ha convertido en una norma. Este dato demuestra que este enfoque no ha obtenido los resultados esperados hacia una pesca más sostenible. Ante ello, WWF pide a los Estados miembros que inviertan los fondos pesqueros de la UE para adoptar soluciones técnicas que puedan aumentar la selectividad y reducir las capturas no deseadas.
Si bien el historial de pesca en la UE más allá de los niveles sostenibles ha dificultado alcanzar el objetivo de la PPC de poblaciones saludables de peces y mariscos, la situación está empezando a mejorar, especialmente, en algunas cuencas marinas europeas. La posición de Europa como una potencia marítima líder, junto con sus compromisos nacionales e internacionales sobre desarrollo sostenible, lo convierten en un líder a la cabeza en la gobernanza de la pesca mundial. Sin embargo, sin la protección adecuada y los sistemas de gestión eficaces, Europa corre el riesgo de sufrir daños graves en los ecosistemas, incluidos, entre otros, el agotamiento de las poblaciones de peces, la pérdida de hábitat y la captura accidental de especies en peligro de extinción.
El ritmo de puesta en marcha de la PPC debe acelerarse. Asegurar el cumplimiento integral de los compromisos de la UE con la protección del medio ambiente y poner en práctica medidas efectivas para abordar de manera más amplia la gestión de los mares europeos debe ser una prioridad para todos los Estados miembros.
Fuentes WWF España
Comentarios
Publicar un comentario